El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, anunció en la noche de ayer una serie de medidas que, ante el freno económico que está generando la cuarentena, una gran parte de la población de la provincia estaba esperando. Con el pasar de los minutos comenzó a quedar en claro que los anuncios no cumplirían, por un gran trecho, las expectativas de los fueguinos.

La pandemia por coronavirus azotó fuerte a la provincia, que presenta la mayor tasa de infectados cada 100.000 habitantes de todo el país, superando por casi el doble a la ciudad de Buenos Aires, que le sigue en segundo lugar. En medios nacionales se señaló a nuestra provincia como ejemplo de irresponsabilidad, donde bajaban miles de turistas provenientes de países con altísimos niveles de infección sin ningún tipo de control, y recién se cerró el aeropuerto después de que personal de la PSA contagiara a gran cantidad de personas en Ushuaia. Incluso, luego del cierre, Melella buscó implementar dos vuelos semanales a Río Grande pero una espontánea pueblada lo obligó a retroceder.

Las medidas que tomaron los intendentes de Ushuaia y Río Grande, como la desinfección de la vía pública, acondicionamiento de albergues para ubicar camas, distribución masiva de alcohol en gel, controles en el puerto, y en el caso de Río Grande hasta el cierre mismo de la ciudad y aportes de los funcionarios para pagar un adicional a trabajadores sanitarios, parecieron ir todo el tiempo adelantadas a un Gobierno Provincial que, con la importante cantidad de recursos con los que cuenta, se muestra dubitativo y perdido.

Incluso, hace quince días, y ante la inacción del Gobierno Provincial, el intendente Vuoto propuso al gobernador una serie de medidas económicas que analizó con su equipo y que incluían la suspensión de pago de servicios por 180 días, asistencia a PYMES y trabajadores independientes, suspensión de pago de créditos a los usuarios del BTF, créditos con 180 días de gracia y tasa subsididada para pagar sueldos, entre otras, que generó un gran apoyo entre los sectores afectados. 

Finalmente, la noche de ayer, el gobernador parecía que había tomado nota de los reclamos de gran parte de los fueguinos pero al realizar el anuncio decepcionó por el mínimo alcance de las medidas. Lo que más esperaba la ciudadanía, referido al pago de servicios e impuestos, no fue cumplido. Y en el caso de lo anunciado para PYMES, deja a un 90% de los comercios afuera, por lo que el día de hoy desde la cámara que nuclea al sector reclamaron "medidas que nos alcancen a todos".

Además, se argumenta que el gobernador y su planta política fueron beneficiarios de un aumento de un 100% de sus sueldos, mientras que a los empleados del estado les han dado una suma que no llega a cubrir ni la mitad de la inflación anual. El gobernador, durante el anuncio, pareció cubrirse al decir que no quería tomar medidas "demagógicas".

Ante la ausencia de una estimación realista sobre el fin de la pandemia en Argentina, el interrogante sobre una posible catástrofe económica en la provincia hoy pasa desapercibido. Cuando el gobierno reaccione, si es que lo hace, quizás sea ya demasiado tarde para recuperar la industria, el comercio y el turismo.